Artista anónimo
Esta es una de las esculturas más famosas de la Acrópolis de Atenas. A Atenea se le presenta frente a lo que podría ser una lápida (piedra que sirve para marcar una tumba), recargándose relajadamente sobre su lanza. La lápida ha sido interpretada de muchas maneras, como el límite de un santuario o como una lista de tesoros o de víctimas de guerra. El mármol es de la isla de Paros.
La diosa, distinguida por su casco corintio, usa un peplo sujetado de los hombros y ajustado a la cintura. Ella descansa su mano derecha en la cintura y cruza la pierna izquierda sobre la derecha. Su mano izquierda sujeta una lanza en la cual ella se recarga, y su cabeza está inclinada. El significado de la cabeza inclinada ha sido una cuestión de debate desde que se excavó el relieve del Acrópolis de Atenas en 1888.
Como el nombre convencional lo sugiere, muchos han interpretado su postura como un indicador de tristeza o reflexión y, por ende, interpretando el objeto rectangular que se observa a la derecha como una lápida. Otros ven a una “Atenea exhausta”, y otros no logran ver ninguna de esas emociones. La naturaleza exacta del objeto rectangular tampoco está clara; algunos sugieren que un objeto estaba colocado encima (ej. El bebé Erictonio), y otros que es un señalamiento en una pista de carreras.