Noche de Invierno en las Montañas

Un macizo montañoso cubierto de nieve se eleva hacia un cielo oscuro y estrellado en la luz azul del invierno. Los fríos y místicos picos de montaña se encuentran lejos en la distancia; Una cruz ha sido superpuesta arriba de uno de los picos, elevando el sagrado sentido de la naturaleza, incluso mientras las mismas montañas se asemejan a una catedral helada. Unos pocos árboles desnudos y torcidos enmarcan la potente vista de las montañas en un oscuro primer plano. En este desolado y atemporal paisaje, todo lo hecho por el hombre parece diminuto y vano.

Harald Sohlberg se inspiró para crear esta pintura mientras esquiaba en la cadena montañosa de Rondane en la pascua de 1899. Era un excelente esquiador a quien le gustaba explorar las montañas noruegas. Una tarde, mientras recuperaba su aliento, quedó encantado con la azulada de la luz. Más tarde volvería a Rondane a realizar bocetos y tomar fotografías, pero le llevaría años descubrir cómo expresar su tan intensa y casi religiosa experiencia en la naturaleza. “Era como estar debajo de las altas cúpulas de una catedral, sólo que mil veces más fuerte”, escribiría más tarde en una carta sobre su experiencia.

Como tantas veces en sus pinturas, Sohlberg enfatizó una composición simétrica y equilibrada, con un primer plano oscuro que actúa como silueta sobre un paisaje lejano y un cielo vasto; raramente se encuentran personas en sus obras. Trabajaba por largo tiempo en cada una de ellas, y el uso de capas finas y translucidas de pintura creaban una intensa profundidad de color y ayudaban a  evocabar un sentimiento de melancolía. Harald Sohlberg es reconocido como uno de los principales pintores neo-románticos en Noruega.

Texto: Frithjof Bringager, Nasjonalmuseet.

Una gran pintura para comenzar febrero :)