Valentin de Boulogne
Valentin de Boulogne (1591-1632) fue un pintor francés y uno de los admiradores más devotos de Caravaggio. Era un pintor excepcional que utilizó muchas de las técnicas que aprendió de Caravaggio pero yendo más allá del realismo para crear sus propias y únicas obras de arte.
No se conoce mucho de los primeros años de vida de de Boulogne pero fue mencionado por primera vez en Italia en 1620, donde estudió con el pintor Simon Vouet. De Boulogne fue enormemente influenciado por el estilo de Caravaggio y, como él, pintó en numerosas ocasiones a modelos que posaban representando a gente común de fiesta o divirtiéndose mientras jugaban a las cartas, escuchaban música o bebían en las tabernas. Esto se consideró como un rechazo a los ideales y las costumbres de Rafael y Miguel Ángel que se llevaban en aquel momento. Tanto de Boulogne como Caravaggio utilizaron un fuerte claroscuro para realzar el drama de las escenas y que era característico del Tenebrismo, estilo muy popular durante el periodo barroco de la pintura y generalmente atribuido a Caravaggio.
Un ejemplo de cómo de Boulogne dotó a sus cuadros con un estilo diferente al Caravagismo puede observarse en “Vidente con soldados”, donde emplea técnicas que llevan al espectador a introducirse en el cuadro. En él, un grupo de jóvenes soldados se reúnen alrededor de una mesa donde una vidente le está leyendo la mano a uno de ellos. Detrás de ella se encuentra una figura en la sombra intentándole robar el monedero mientras acerca el dedo a su boca como haciéndonos callar. A su vez, un niño hace lo propio robándole la cartera al desprevenido ladrón mientras transcurre la historia en el cuadro. Al pintar a una de las figuras con la espalda hacia nosotros nos hace sentir que estamos dentro de la misma habitación. La ausencia de suelo en el cuadro permite al espectador volverse un participante activo, como si estuviéramos de pie o sentados al mismo nivel que los personajes. Los intensos contrastes de luz y sombra con efecto foco genera un cuadro visualmente dramático e impactante. En este cuadro podemos ver también otra de las técnicas usadas habitualmente por de Boulogne, que consistía en ampliar el espacio más allá del marco, con lo que el espectador siente de nuevo que es parte de la escena.
Valentin de Boulogne se hizo muy famoso en Italia y fue muy coleccionado en Francia, donde sus cuadros fueron elegidos para decorar la habitación del rey Luis XIV en Versalles. La obra que ha perdurado hasta nuestros días está constituida por 75 cuadros. Sorprendentemente, de Boulogne no tuvo una exposición monográfica hasta 2016, año en el que el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York decidió mostrar la colección
- Heidi Werber