Tiempo

Esta pintura fue realizada durante los tiempos difíciles de la guerra civil en el territorio del caído Imperio Ruso y expresa claramente el sentimiento de inevitabilidad y caos que se aproximaba rápidamente. El rostro de la mujer atrae el resto de objetos de la pintura: indefensas figuras humanas, casas, vías, postes y ruedas. Como escribió el propio autor: la mujer es una pasajera de un tren que ha descarrilado y personifica a un país que se dirige hacia el abismo. El rostro de la mujer está sorprendentemente tranquilo, incluso indiferente; está hipnotizada por la inminente catástrofe. Su ojo izquierdo es el centro oscuro del remolino y está rodeado por colores alarmantes y brillantes que se dispersan en pedazos. El movimiento del tren rompe las formas estáticas en fragmentos deformes. (De acuerdo con los principios del "arte cinético", en el futuro, la pintura inmóvil e imperfecta sería reemplazada por cámaras de cine dinámicas y perfectas).

El autor incluyó en esta obra un fragmento de un periódico auténtico, “Vremya” (“Tiempo”), que dio nombre a toda la pintura.

David Burliuk ya había experimentado las dificultades de viajar hacia lo desconocido ante una catástrofe. En 1918, escapó milagrosamente a la muerte en Moscú, atravesando en tren en invierno toda Siberia hasta llegar al Extremo Oriente.

- Tatiana Adamenko

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