Me llaman Redbone pero preferiría ser Tarta de Fresa by Amy Sherald - 2009 Museo Nacional de Mujeres Artistas Me llaman Redbone pero preferiría ser Tarta de Fresa by Amy Sherald - 2009 Museo Nacional de Mujeres Artistas

Me llaman Redbone pero preferiría ser Tarta de Fresa

óleo sobre lienzo •
  • Amy Sherald - 1973 Amy Sherald 2009

¿Has oído hablar de #5womenartists?

Es una campaña en los medios sociales iniciada por el Museo Nacional de Mujeres en las Artes, honrando al Mes de Historia de las Mujeres. En esta ocasión, gracias al museo podemos presentar esta pintura creada por una artista contemporánea – Amy Sherald.

Como la mayoría de teóricos contemporáneos, la pintora Amy Sherald percibe la identidad racial como una actuación en respuesta a fuerzas externas, más que como un atributo esencial. Como una de los pocos niños negros de su escuela privada en Georgia, recuerda ser especialmente consciente de cómo hablaba y vestía, creyendo que esos comportamientos eran la llave para la aceptación social y la integración. “Me llaman Redbone pero preferiría ser Tarta de Fresa” alude al encasillamiento racial de forma directa, ya que la jerga “Redbone” se refiere a una mujer negra con un tono de piel claro.

Sherald modifica los formatos de retratos históricos para vencer la narrativa dominante de la historia afroamericana. En sus palabras: “Creo retratos alegres pero sobrios de negros americanos dentro de una historia imaginada donde hago el negro a mi modo, en la tradición del retrato europeo”. Mientras que los retratistas históricos intentaban representar el puesto social o alguna esencia del carácter de los modelos, las evocadoras figuras de Sherald carecen de expresión y visten ropajes diferentes y semejantes a disfraces que ha ido coleccionando.

Como es típico en el arte de Sherald, la joven de “Me llaman Redbone pero preferiría ser Tarta de Fresa” parece flotar contra un fondo intensamente coloreado, lo que realza la calidad onírica de la obra. La artista consigue este efecto limitando el uso de la sombra en torno al contorno de la figura. Como en otras de sus obras, Sherald altera la lectura de sus sujetos como negros pintando su piel en escala de grises, eliminando metafóricamente su “color”.