La reina Enriqueta María con Sir Jeffrey Hudson by Anthony van Dyck - 1633 National Gallery of Art La reina Enriqueta María con Sir Jeffrey Hudson by Anthony van Dyck - 1633 National Gallery of Art

La reina Enriqueta María con Sir Jeffrey Hudson

óleo sobre lienzo •
  • Anthony van Dyck - 22 de Marzo, 1599 - 9 de diciembre, 1641 Anthony van Dyck 1633

Pocas veces podemos encontrar un enano, un mono, un naranjo y una reina juntos dentro de una pintura, sin embargo Anton van Dyck (1559-1641) logró reunirlos en su obra maestra "La reina Enriqueta María con Sir Jeffrey Hudson". Enriqueta María era la hija menor del rey Enrique IV de Francia y la reina María de Médici de Florencia. En 1625 contrajo matrimonio con el rey Carlos I de Inglaterra convirtiéndose en reina de Inglaterra.

Van Dyck fue contratado para trabajar como pintor de la corte del rey Carlos y era mayormente conocido por su retratos de figuras representadas de cuerpo entero, gráciles y de exagerada estatura, con  una mirada casual  y de arrogante indiferencia dirigida al espectador para denotar su nobleza. Van Dyck era un gran artista consumado del barroco flamenco, influenciado por Rubens y Titian, que contribuyó enormemente a la historia del arte y es también conocido por la creación de la barba van Dyck, una combinación de bigote y perilla que los hombres aún lucen hoy en día. Su retrato "La reina Enriqueta María con Sir Jeffrey Hudson" es un ejemplo perfecto de la elegancia en sus retratos que lo hicieron famoso.

En este retrato podemos apreciar el increíble detalle en los pliegues del traje de montar de raso, el cuello de encaje, y el traje de terciopelo rojo de Sir Jeffrey Hudson. Hudson era un enano entregado a la reina cuando ella era pequeña; se convirtió en uno de sus consejeros más confiables y era extremadamente leal a la reina. Enriqueta amaba a los animales y tenía una colección de mascotas que incluía a su querido mono, Pug, que está colocado sobre el brazo de Sir Jeffrey mientras la reina posa amablemente su mano sobre él. Para exagerar la altura, van Dyck colocó una columna acanalada en la pintura, y el rico tejido dorado enfatiza su posición de nobleza. El naranjo detrás de Enriqueta rinde homenaje a sus raíces florentinas, ya que el escudo de los Médici contiene 5 naranjas que representan su colección de cítricos.

Se dice que van Dyck idealiza enormemente a la reina en este retrato, tomándose licencia para halagarla artísticamente, lo que seguramente complacía a la reina y ayudaba a acrecentar su popularidad entre la corte.

Heidi Weber