Édouard Manet
Édouard Manet se convirtió en uno de los pintores más famosos de París después de exhibir varias obras que conmocionaron al público con su audaz tratamiento de la forma, el color, el espacio y los temas de orientación sexual. Probablemente buscando alivio a las duras críticas que recibió, se fue de París y salió de vacaciones con su familia al puerto norteño de Boulogne-sur-Mer. Allí fue donde pintó esta obra, una de las primeras en presentar el mar.
Este trabajo representa un gran avance para el artista. Aunque su pincelada audaz y plana indignó a sus críticos, lo que no sorprendió a Manet, inspiró a sus colegas impresionistas en la década siguiente.
Observe el horizonte elevado, los objetos y el espacio aplanados y la composición asimétrica, todos ellos inspirados en los grabados en madera japoneses, muy populares en Francia en ese momento. Manet convirtió el agua en animados trazos horizontales de pintura azul y verde, anticipándose al estilo impresionista.