Édouard Vuillard
Continuamos presentando las obras maestras de la exhibición "Bonnard/Vuillard. The collection of Zeïneb and Jean-Pierre Marcie-Rivière", mantenida en el Musée Bonnard. Hasta el 17 de septiembre la exhibición presentará las pinturas y dibujos de la colección privada de Zeïneb y Jean-Pierre Marcie-Rivière, que es ahora propiedad del Musée d’Orsay. Disfrútalo! :)
Misia aparece en la obra de Vuillard por primera vez en 1893. Era la primera mujer en compartir la vida privada del pintor. Vuillard atesoraba en secreto su amor por esta joven aristócrata polaca que se convirtió en una musa para varios artistas. Respetuoso y discreto, Vuillard nunca declaró su amor por ella, pero su presencia influenció fuertemente su obra. Sus pinturas se volvieron sensuales y honestas, visiblemente inspiradas por el refinamiento de Misia.
Gracias a esta joven, Vuillard experiencia un auténtico shock artístico.
Esta escena se ubica en un chalet por encima de Cannes, propiedad de Misia y su esposo, , Thadée Natanson (quien, con su hermano, fundó la revista La Revue Blanche). Es un período de cambio en la vida romántica de Misia, ya que está en el medio de la separación de su marido. Ella es raramente representada sola, pero aquí la atención se centra en esta mujer sentada con su cabeza inclinada, perdida en sus pensamientos. El blanco de su vestido ilumina el canvas y la hace aparecer como una musa. Su rostro está presentado con una vaga suavidad. Esta modesta pintura sugiere la fascinación despertada en Vuillard por Misia.
Vuillard hace que este momento de indolencia esté impregnado de una profunda sensualidad. El pintor abandona los interiores confinados característicos de su periodo Les Nabis. Se basa en la observación directa del sujeto, dejando que la luz del Mediterráneo lo invada y modele el espacio.
La ventana sobre el hombro de la modelo tiene vistas a los tonos azules del mar.