Édouard Manet
Exactamente el día de hoy en el 2012, las aplicaciones móviles de DailyArt fueron publicadas en la AppStore y en Google Play.
En ese entonces, DailyArt era gris, malhecho y barato, y yo era muy ingenua. Creía que teniendo la simple idea de compartir la historia del arte en pequeñas dosis todos los días gratuitamente, para que las personas se inspiraran e iluminaran cada día, sería algo que la gente amaría. No hice ningún tipo de investigación ni tenía experiencia en negocios. Solo era una historiadora del arte.
Y ¿adivinen qué? De alguna forma, todo funcionó. Han pasado cinco años; hemos crecido a un equipo de ocho personas (sin contar al gato). Quince contribuidores trabajan en el texto que están leyendo. Hemos trabajado con decenas de museos que comparten sus colecciones con nosotros. Cada mes estamos alcanzando aproximadamente a casi medio millón de personas alrededor del mundo. Contamos con el apoyo financiero proporcionado por ustedes, nuestros lectores, y gracias a él hemos podido sostenernos y crecer con cada mes que pasa.
Queridos usuarios de DailyArt, gracias por estos cinco hermosos años. No podríamos haber llegado aquí sin ustedes y les prometo que mejoraremos cada vez más. Pueden leer más sobre nosotros, nuestros logros, cómo apoyarnos y lo tanto que queremos agradecerles aquí, en este sitio web que creamos especialmente para la ocasión.
- Zuzanna y el Equipo de DailyArt
P. D. Usuarios de iOS, el día de hoy pueden comprar nuestros servicios premium por 0.99 USD.)
P. D. D. Aún estamos buscando financiamiento colectivo, si quieren apoyarnos económicamente aquí está el enlace donde pueden encontrar cómo hacerlo. :)
Y como nuestra semana especial de cinco obras maestras por nuestro quinto cumpleaños continúa, quiero compartir una de mis pinturas favoritas. Muestra tanto el glamur como la belleza de la vida social en París, llena de fiestas en bares y de la soledad (o el cansancio) de alguien que está en medio de todo este embrollo.
La pintura es rica en detalles que dan las pistas de la clase social y del ambiente. La mujer en el bar es una persona real, conocida como Suzon, quien trabajaba en el Folies-Bergère a principios de la década de 1880. El lugar era un salón musical donde la clase media alta de París se congregaba por un amplio rango de entretenimiento espectacular, incluyendo ballet, cabaré, acrobacias, pantomimas, operetas y actos con animales. Observen a la esquina superior izquierda de la pintura y podrán notar un par de zapatillas verdes al final de dos piernas pálidas paradas sobre un columpio; estas extremidades pertenecen a la acróbata que hace su acto para los adinerados huéspedes de este bar extravagante.