Antoine Berjon
Antoine Berjon (1754-1843) fue un pintor y diseñador francés que figuró entre los pintores de flores más importantes del siglo XIX. Trabajó con una gran variedad de materiales incluidos el óleo, los pasteles, la acuarela y la tinta.
Berjon nació en St. Pierre de Vaise, una comunidad de Lyon, hijo de un carnicero. Primero estudió dibujo con Antoine-Michel Perrache, un escultor local. De acuerdo con su biógrafo, J. Gaubin, es posible que el pintor haya estudiado medicina o alguna vocación religiosa y haya aprendido la pintura florística durante su noviciado. Trabajó como diseñador de textiles en una industria de seda muy importante de Lyon hasta su colapso durante la Revolución Francesa.
Las pinturas de Berjon de la década de 1780 no han sido rastreadas. En 1791, el Salón de París aceptó cuatro de sus obras incluida “Bodegón de duraznos y uvas. Visitó París los primeros años de la década de 1790 y se mudó ahí en 1794. Así, se volvió amigo del pintor miniaturista Jean-Baptiste Jacques Augustin y del retratista Claude-Jean-Baptiste Hoin. Berjon exhibió sus obras en el Salón de París al menos cinco veces durante los 17 años que vivió en dicha ciudad.
Para el momento de su regreso a Lyon en 1810, su reputación había aumentado y se convirtió en profesor de diseño florístico en la recientemente establecida Escuela de Bellas Artes, fundada por decreto de Napoleón en 1807 para revivir la industria de la seda en Lyon. Fue despedido en 1823 después de haber ejercido trece años y lo reemplazó su talentoso pupilo Augustin Thierrat. Muy probablemente, el temperamento de Berjon lo puso en conflicto con la administración de la escuela. Era conocido por su terquedad, y algunos contemporáneos lo veían como un ególatra, caracterización que permanecería a lo largo de toda su vida. Montó su propio estudio en Lyon, donde daba clases privadas y continuó haciendo arte durante las últimas dos décadas de su vida. Murió en Lyon a los 89 años.
Una de las obras importantes de Berjon es esta naturaleza muerta única y bizarra. La terminó cuando era profesor en la Escuela de Bellas Artes. La detallada representación de las flores en esta pintura nos hace recordar a los pintores floristas holandeses de dos siglos atrás, pero los artículos que las acompañan no sugieren ninguna manera ordinaria de naturaleza muerta. De primer vistazo, el esqueleto del tiburón (¿un tiburón duende?) y las conchas de mar son incongruentes; sin embargo, muestran que Berjon ha adaptado su estilo al Siglo de las Luces diversificando el tema de la pintura para representar el sentido de naturaleza de la época. La frescura y delicadeza de las flores contrasta con la edad y permanencia de las petrificaciones.
- Clinton