Thomas Gainsborough
Olvida las alfombrillas para el ratón y los imanes de la nevera. Olvida las lámparas y las almohadas. Olvida los adornos de Navidad y las tazas de café. Este niño de azul ha cautivado la imaginación de muchos por más de 100 años y aparece regularmente en objetos de decoración. Intenta echarle un vistazo a El chico de azul con una mirada nueva para apreciar la ejecución del cuadro. En persona tiene un tamaño casi real, lo que causa un impacto innegable, domina la habitación y atrae al espectador. Esta obra está cuidadosamente compuesta, con colores elegidos deliberadamente y pintada magistralmente. Gainsborough coloca a la figura en medio en un espectacular paisaje que podría ser por sí mismo el motivo del cuadro, pero que, al mismo tiempo, le da un equilibro armonioso al retrato. El chico está vestido con un atuendo histórico, incluso para su época. El conjunto sería más adecuado en la década de 1670 que a finales del siglo XVIII. La ropa elegida es un guiño a los cuadros de la corte de Anthony van Dyck, un artista muy admirado por Gainsbourough. Se cree que el chico podría ser, aunque este dato está sin confirmar, Jonathan Buttall (1752–1805), el hijo de un adinerado comerciante de materiales. El cuadro permaneció con la familia durante casi 30 años hasta que Jonathan lo vendió en 1796 como parte de la declaración de bancarrota (si realmente fuese Jonathan, este vivió la mayoría de su vida adulta con este glorioso recuerdo de cuando tenía 18 años). Casi 250 años después, todavía disfrutamos de El chico de azul y del talento creativo de Gainsborough.
- Brad
Ay, ¡qué colores tan bonitos! Hace poco enseñamos este cuadro en el artículo “¿Estás buscando inspiración para un sombrero? Los cuadros con mejores sombreros” en DailyArtDaily.com. Hasta mañana. :))