"El grabado representa la escena de la manera más primitiva posible: un encuentro entre dos hombres que creen que el otro está en una posición superior, lo que supone que se postran uno frente al otro" (Carta a Lily Stumpf en Múnich, 17 de septiembre de 1903).
Dos hombres desnudos se encuentran y se saludan con grandes reverencias. Su desnudez los despoja de cualquier elemento visible que sitúe a uno de ellos en una posición social superior a la del otro. De esta manera, cada uno intenta mostrar más respeto hacia el otro a través de una modestia fingida, ya que ninguno sabe con certeza cuál podría ser el cargo político de aquel que tiene enfrente. Gracias a su corte de pelo y a sus barbas, podemos saber quiénes son estos hombres: el Emperador Guillermo II de Prusia y el Emperador Francisco José I de Austria. Es obvio que en esta obra Paul Klee se estaba burlando del comportamiento de ambos gobernantes. A Klee le preocupaba más la falsedad general de los rituales sociales que él criticaba con mordaz ironía que la caricatura de dos prominentes jefes de estado.