El broche Fuller by Artista anónimo  - finales del siglo IX - 114 mm (dia.) British Museum El broche Fuller by Artista anónimo  - finales del siglo IX - 114 mm (dia.) British Museum

El broche Fuller

plata, niello • 114 mm (dia.)
  • Artista anónimo Artista anónimo finales del siglo IX

Los anglosajones fueron muy conocidos por su notable trabajo en metal y, en particular, por su inmaculada joyería de plata, oro y granate. Esta pieza, conocida como el broche Fuller, fue nombrada por su donante parcial y es representativa de su género en muchas formas. En este caso, hay más, mucho más de lo que se puede ver a simple vista de todas formas. Distinto a muchos broches anglosajones, esta pieza incluye muchos detallados retratos de individuos: los posicionados dentro y alrededor del centro personifican a los cinco sentidos, un sujeto completamente ausente de cualquier otra obra de arte producida por esta cultura. En el centro se encuentra la vista que mira casi amenazantemente al espectador. Los restantes cuatro elementos se representan en cuadrantes que rodean la pieza central, incluyendo al gusto (arriba a la izquiera) con la mano visiblemente sobre la boca, olfato (arriba a la derecha) con una nariz decididamente prominente; oído (debajo a la izquierda) con la mano alzada al oído y el rostro atento;} y tacto (debajo a la derecha) con las manos a los lados. Las imágenes del perímetro exterior representan sobre todo escenas naturales, aunque hay muchos sujetos humanos.

Los broches anglosajones fueron hechos, literalmente, para ser vistos; fueron seguramente prominentemente utilizados y, aunque certeramente indicaban el renombre de sus dueños, también nos cuentan bastante sobre la cultura responsable de su creación. Aunque la cristianizacion de Inglaterra había procedido a buen ritmo desde el siglo VI, las imágenes en este broche podrían indicar la persistencia de algunas creencias paganas, por ejemplo. Los broches como este podían ser intensamente personalizados, lo que nos provee hoy con una oportunidad de estudiar no solo un mundo perdido, sino los gustos y preferencias de individuos que, de otra forma, se hubieran perdido en la historia.

Stephane Skenyon

P. D. Puedes leer otra historia acerca de un notable trabajo medieval en metal (el relicario de Thomas Becket) aquí.