Un oso, noche de luna by Niko Pirosmani - 1914 - 100 x 80 cm Museo Nacional de Georgia Un oso, noche de luna by Niko Pirosmani - 1914 - 100 x 80 cm Museo Nacional de Georgia

Un oso, noche de luna

óleo sobre cartón • 100 x 80 cm
  • Niko Pirosmani - 1862 - 1918 Niko Pirosmani 1914

La vida de Niko Pirosmani (1862–1918) fue muy difícil. Nació en 1862 en una familia granjera pobre, pero amorosa en Mirzaany, Georgia. Los problemas de Pirosmani comenzaron en realidad cuando quedó huérfano de niño y fue enviado a vivir con su hermana en Tbilisi. Al poco tiempo, ella murió de cólera y, entonces, Pirosmani fue puesto al servicio de una familia adinerada donde realizó diversas tareas domésticas. Allí aprendió a leer y escribir y, siendo todavía un niño, aprendió por sí mismo a pintar.

A esta familia le sigue otra, pero su estadía con esta familia es breve porque de adolescente se enamoró de la dueña de casa y fue forzado a irse, dado que la relación era considerada impropia por la diferencia de edad y de rango social. Por un breve tiempo, intentó establecer su propio negocio de escritura de señales, pero no prosperó y perdió su taller y el poco dinero que tenía. Luego de esto, realizó varios trabajos temporales: pintó casas, cuidó rebaños y fue conductor de ferrocarril, pero era indigente, no tenía un lugar donde vivir y frecuentemente tomaba como pago pan, vino y materiales de arte. Ocasionalmente, cuando era afortunado, alquilaba un pequeño cuarto en un sótano o bajo alguna escalera.

Ilia Zdanevich, un artista y escritor georgiano francés, descubrió a Pirosmani hacia 1910-1912. Zdanevich apreció la pintura de Pirosmani, tanto como para escribir en 1913 un artículo sobre él titulado “Un artista de nacimiento”, publicado en el diario Zakavkazskaia Rech de Moscú . Esto le trajo un poco de reconocimiento y cuatro de sus trabajo fueron exhibidos, con comentarios favorables de la crítica, en una exhibición en Moscú para artistas autodidactas. Algunos años después, la Sociedad de Pintores de Georgia lo invitó a unirse a ellos; sin embargo, se encontraba fuera de lugar entre sus miembros, incluso uno de ellos lo ridiculizó realizando una caricatura de él. Es fácil olvidar que, salvo por este modesto éxito, Pirosmani continuaba viviendo una vida de indigencia. Tristemente, no se le ofreció ayuda y, a pesar de su obvio talento, muerió por problemas de desnutrición y problemas en el hígado.

El arte de Pirosmani es inocente y franco. Se muestra forzado a capturar la vida natural tal como se le presenta y fue el único pintor georgiano de animales. Sus representaciones simples y honestas de personas y de animales son probablemente el resultado de haber tenido que aprender a printar solo de niño. No tuvo educación formal y ciertamente no tuvo soporte económico; es así que su estilo se arraiga en el mundo que conoció siendo un niño y que permaneció con él a lo largo de su vida. Sus pinturas tienen el mismo encanto que el que tienen algunas ilustraciones de niños, casi como un cuento de hadas, excepto que, cuando vemos la dura y trágica vida de Pirosmani, encontramos en ellas una gran tristeza y patetismo.

- Sarah Mills