J.E.H. MacDonald
James Edward Hervey (J.E.H.) MacDonald nació en Durham, Inglaterra, en 1873 y emigró a Canadá con sus padres en 1887. Se formó en la Escuela Central de Arte y Diseño de Ontario. En 1895, se convirtió en diseñador en Grip & Co., una empresa de arte comercial en Toronto. Allí trabajó con muchos de los artistas que se convertirían en miembros del Grupo de los siete, el primer movimiento de arte verdaderamente canadiense, que él y Lawren Harris cofundaron. MacDonald era una generación mayor que los otros miembros del Grupo y su muerte en 1932 resultó en la ruptura del Grupo.
MacDonald y Harris se vieron influenciados por una exposición de arte de la naturaleza escandinava celebrada en 1913 en Buffalo, Nueva York, y resolvieron adaptar este estilo a la pintura de paisajes canadienses para expresar el carácter y el espíritu de Canadá. Organizaron el uso de un vagón del tren central de Algoma que estaba estacionado en varios desvíos a lo largo de la ruta y les proporcionó refugio y alojamiento en sus exposiciones de pintura. De ahí la paradoja de que MacDonald y sus compañeros artistas fueron solo pasos de la civilización mientras dibujaban el remoto desierto canadiense. La tierra solemne se completó a principios de 1921 a partir de los bocetos realizados en el viaje del año anterior y fue adquirido por la Galería Nacional de Canadá más tarde ese año.
La pintura muestra un vasto cañón tallado por el río Montreal en la región de Algoma en Ontario, al norte de Sault Ste. Marie Las nubes pesadas amenazan con lluvias, pero permiten que un patrón dorado de luz se refleje en la superficie del río. El río y el cielo están conectados por una sombra de lluvia a la izquierda y en ambos se utiliza el mismo color azulado. El bosque de hoja perenne está iluminado por el sol de la tarde y se entremezcla con los colores cambiantes del otoño. Un grupo de árboles de arce en el primer plano resplandece en rojo; la hoja de arce roja ahora es un símbolo de Canadá. El sol de la tarde brilla con lunares amarillos de luz en los acantilados en el centro a la izquierda y una larga banda de amarillo en las colinas al fondo. La belleza natural y la grandeza de la naturaleza canadiense es evidente.
- Norman Clark
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