Cima da Conegliano
El trabajo fue encargado por el comerciante de especias Benedetto Carlone para la capilla de San Pietro Martire en la iglesia veneciana del Corpus Domini, donde deseaba ser enterrado; llegó a Brera debido a las requisas napoleónicas. Está fechado en 1505-06 y constituye una de las obras más perfectas y equilibradas del artista. La presencia de San Pedro se explica por la dedicación de la capilla, mientras que Benedicto aparece aquí como el santo patrón de Benedetto Carlone.
El mártir dominicano Pedro de Verona, quien fue asesinado por un golpe en la cabeza con una guadaña, se encuentra sobre un alto pedestal que domina el campo y establece a los santos en el mundo real. Un pastor juega con su perro, un caballero avanza precedido por su escudero y dos personas conversan junto a una iglesia, un pueblo y, en un plano más alto, una ciudad amurallada. La composición simétrica también está equilibrada en términos de su paleta, lo que demuestra el interés de Cima en el nuevo enfoque de Giorgione para el manejo del color.
Presentamos hoy una pintura un poco macabra gracias a la Pinacoteca di Brera.
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