Marie-Anne Collot
De joven, la escultora francesa Marie-Anne Collot (1748-1821) se mudó a San Petersburgo, (Rusia), como estudiante, asistente y posiblemente amante del escultor Etienne-Maurice Falconet. Falconet acababa de obtener el mayor salto de su carrera cuando la emperatriz rusa Catalina la Grande lo contrató para esculpir un enorme monumento a su predecesor, Pedro el Grande.
Collot pudo haberle acompañado como asistente, pero no estaba destinada a quedarse atrapada en esas tareas por mucho tiempo. La emperatriz, que era también un amante del arte, observó al poco tiempo que la joven Collot tenía un gran talento. Rápidamente comenzó a comisionarle trabajos como esculpir bustos a partir de retratos de miembros de la corte real rusa. Estas comisiones tuvieron éxito y, con el respaldo de Catalina la Grande, la carrera de Collot despegó. A finales de la década de 1770, Collot se casó con el hijo de Falconet y regresó a Francia; a partir de entonces dejó de esculpir. Sin embargo, hasta entonces nunca le faltaron comisiones, e hizo múltiples retratos de nobles rusos, importantes personalidades francesas y de Catalina la Grande.
También fue la autora de una parte importante del monumento que le fue encargado a Falconet en Rusia: la cabeza. Parece que Falconet no pudo representar bien la cara del zar, por lo que delegó esta crítica tarea a Collot, que era más hábil haciendo retratos. La escultura terminada, llamada El jinete de bronce, incluye la cabeza creada por Collot sobre el cuerpo y el caballo hechos por Falconet. Se encuentra en la Plaza del Senado de San Petersburgo.
- Alexandra Kiely
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