Autorretrato en El Caballete by Sofonisba Anguissola - 1556 Muzeum-Zamek, Lancut Autorretrato en El Caballete by Sofonisba Anguissola - 1556 Muzeum-Zamek, Lancut

Autorretrato en El Caballete

óleo sobre lienzo •
  • Sofonisba Anguissola - Alrededor de 1532 - 16 de noviembre de 1625 Sofonisba Anguissola 1556

Durante la era del Renacimiento, dejar huella como pintora en una sociedad patriarcal dominada por hombres no era algo fácil de lograr. Sin embargo, una mujer que rompió los esquemas del fresco de cristal fue una pintora del Renacimiento italiano, Sofonisba Anguissola. El padre de Sofonisba, la mayor de cinco hermanas, apoyó a su hija para perseguir y desarrollar su talento como artista.

A los 22 años, se mudó a Roma, donde sus bocetos llamaron la atención de Michelangelo, el cual se dio cuenta del talento real de la muchacha y quien se pasó los siguientes dos años enseñándola y guiándola. A medida que su fama como artista excepcional se extendía, pronto fue designada a la corte del rey Felipe de España en 1559, donde se convirtió en una criada de la reina Isabel Valois y más tarde en pintora oficial de Corte, algo nada desdeñable para una mujer en la época. Más adelante, el rey Felipe se encargó de organizar un matrimonio aristocrático para Sofonisba, lo cual no disminuyó su pulsión artística ya que continuó su carrera como pintora. Además del reconocimiento que le brindaron Michelangelo y la realeza, el Papa Pío IV le pidió un retrato de la reina Isabel expresamente para él.

En Autorretrato en El Caballete, óleo sobre lienzo, podemos ver a Sofonisba sentada en el caballete en frente de su cuadro de Jesús y María. Este cuadro no sólo revela su excepcional talento como pintora, sino que además subraya su naturaleza y devoción religiosas. Su tiento, usado para apoyar la mano mientras pinta, y su pincel forman una cruz, apuntando el segundo a la figura de Jesús. Es como si Sofonisba estuviese dirigiéndonos lejos de su figura en la parte delantera del cuadro para focalizar nuestra atención en la escena religiosa; mostrando la humildad de Sofonisba y reconduciendo al espectador a la imagen que ella siente que es la más importante del retrato: la de Jesús y María en lugar de la suya propia.

Sofonisba nunca llegó a ser tan famosa como sus colegas hombres, pero abrió el camino para que otras mujeres de su era en adelante se convirtiesen en serias estudiantes de arte y en artistas. Sofonisba vivió una vida larga, muriendo a los 93 años y dejando tras de sí una considerable colección de arte que puede encontrarse en museos a lo largo de Europa.

Heidi Werber