En el conservatorio by Édouard Manet - 1878/1879 - 150 x 115 cm Gemäldegalerie En el conservatorio by Édouard Manet - 1878/1879 - 150 x 115 cm Gemäldegalerie

En el conservatorio

Óleo sobre lienzo • 150 x 115 cm
  • Édouard Manet - 23 de enero de 1832 - 30 de abril de 1883 Édouard Manet 1878/1879

Continuamos con nuestro mes especial de cooperación con la Antigua Galería Nacional de Berlín y la Gemäldegalerie (Museos estatales de Berlín). Hoy tenemos para tí este increíble Manet. ¡Esperemos que lo disfrutes!

Manet prefería composiciones con dos figuras en lugar de retratos directos porque abría la posibilidad de situaciones con diálogos interesantes. El doble retrato de Jules Guillemet y su esposa, pintado en el conservatorio del pintor Johann Georges Otto Rosen, es una de sus obras más importantes debido a la sensibilidad con la que utiliza los más delicados matices de colores y contrastes para describir y reconectar la relación entre las dos figuras, que aparenta ser psicológicamente tensa y distanciada para espectadores externos. El tema de la imagen es la interacción entre la elegante dama, propietaria de una tienda de moda en París, y el caballero que se vuelve en su dirección para mirarla. Parece bastante pequeño debido a la forma en la que se inclina y roza el borde superior de la imagen, mientras que la belleza femenina, acompañada por la elegante postura, ocupa una gran parte de la imagen. A pesar de estar separados por el respaldo del asiento, la pintura atrae la mirada del espectador al punto focal de esta rica escena de conservatorio que, con todas sus formas de plantas y sutiles colores, se trata de las manos que se acercan la una a la otra.

Las pinturas de Manet son fascinantes por una variedad de razones: emplea una paleta de colores que es sutil pero mantiene la tensión del contraste, además aborda temas libres de contenido literario o simbólico. Este cuadro es arte en su más alto nivel, gracias a la base de una imaginación extraordinariamente fértil, la atención a todos los fenómenos visuales y un don para la observación lacónica que consigue transformar cada detalle en una experiencia sutilmente mediada para la vista. Particularmente en las composiciones con dos o más figuras también hay escenas hábilmente dramatizadas con configuraciones psicológicamente intrigantes de figuras silenciosas e inmóviles, como los diferentes elementos en una naturaleza muerta.

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