Después de la corrida de toros

Mary Cassatt fue una de las principales pintoras impresionistas, la única estadounidense entre los franceses. Pero antes de hacerse amiga de Edgar Degas y el resto del equipo inspirado por Edouard Manet, pintó de una manera más realista. Cassatt eligió un tema esencialmente español, ejecutando esta pintura de un torero con todas sus insignias durante una estadía prolongada en Sevilla. Después de haberse formado en Filadelfia y París, Cassatt se aventuró sola a España para estudiar los maestros del país y seguir el camino artístico de los pintores modernos (Manet también estaba fascinado por la cultura española). Al representar al torero en un momento relajado, alejado del espectáculo y la violencia del ruedo, Cassatt elidió los detalles narrativos. En cambio, con una sensibilidad modernista, se centró en la figura masculina en una pose casual y empleó una pincelada vigorosa y un rico pigmento para describir su disfraz. Sin embargo, la bravuconería característica del torero insinúa un coqueteo con una contraparte femenina fuera del marco.

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P.D. Ve aquí el monumental mural feminista de Mary Cassatt que lamentablemente se ha perdido.