El Retrato de Père Paul, también conocido como Monsieur Paul o El cocinero muestra a Paul Antoine Graff, chef y propietario de un restaurante y un hotel, que fue el casero de Monet durante su visita a Pourville, en el Canal de la Mancha. Su especialidad eran las galettes (pasteles crujientes bretones).
Monet pintó el retrato del chef Paul Antoine Graff, vestido con su gorro y chaqueta blancos de cocinero. En la parte inferior de la obra, la pintura se desvanece en el fondo gris claro, dando lugar a una composición de forma ovalada. Monsieur Paul ha vuelto la cabeza hacia el hombro derecho y mira en dirección del borde izquierdo de la pintura. Sus ojos oscuros no se concentran en nada concreto y parece mirar al vacío. El propio Monet describió la pintura como una esquisse curieuse (boceto curioso).
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