Clara Peeters
Los alimentos y la vajilla están dispuestos sobre una mesa cubierta con un mantel de damasco de lino con marcas de haber estado doblado y con un diseño visible en todos oscuros y claros. Este tipo de mantelería cara se exportaba desde los Países Bajos meridionales al resto de Europa. Su presencia en esta obra implica un hogar rico y pulcro. Está meticulosamente pintado, como es característico de Clara Peeter. Los platos de peltre, la elaborada taza o salva con pie dorada, la copa roemer, el panecillo y el cuchillo repujado (probablemente un regalo nupcial), así como el salero y el plato de porcelana, están presentes en otras pinturas de Peeters.
Los saleros fueron objetos muy preciados durante siglos, debido al coste de la sal en la época anterior a la aparición de los métodos industriales de producción. Todavía podemos encontrar ecos en nuestra forma de hablar de la importancia que tuvieron. La palabra "salario", por ejemplo, deriva del vocablo latino "salarium", que describe el pago con sal en la antigua Roma. Entre los muchos e importantes usos de la sal algunos se aplicaban a los objetos de los bodegones de Clara Peeters: se utilizaba para conservar la carne y pescados, como el arenque, y también para hacer queso o adobar aceitunas.
¿Quién tiene hambre?
P.D. Clara Peeters aparece entre las mujeres artistas más famosas de la Edad de Oro holandesa.
P.P.S. ¡Esta magnífica pintura aparece en nuestro nuevo conjunto de postales de Comida y bebidas en el arte! :)