Silla de Van Gogh

Este cuadro de una sencilla silla descansando sobre un suelo desnudo de baldosas de terracota es una de las obras más emblemáticas de Van Gogh. Creado a finales de 1888, coincidió con la llegada de su colega Paul Gauguin a Arles (en el sur de Francia). El cuadro se concibió como pareja de La silla de Gauguin (conservado en el Museo Van Gogh de Ámsterdam), con las dos imágenes diseñadas para complementarse: una silla girada hacia la derecha y la otra hacia la izquierda.

Las dos sillas sirven como retratos simbólicos, reflejando el contraste de personalidades y visiones artísticas de los dos pintores. La silla de Van Gogh es modesta y funcional, con su pipa y su tabaco sobre el asiento, y se representa a plena luz del día. Por el contrario, la silla de Gauguin es una silla de brazos finamente elaborada y ornamentada, que tiene en su asiento dos novelas y está pintada bajo el cálido resplandor de luz de una vela y una lámpara de gas por la noche.

Estas dos sillas, que a primera vista parecen incompatibles pero sin embargo se complementan, son justo como nuestros calcetines True Vincent. Descúbrelos en la tienda DailyArt. ¡Sin duda te abrigarán este invierno!

P.D. Una silla es un tema bastante inusual para un cuadro, ¿verdad? ¡Pero hay más! Aquí tienes 7 extraordinarios cuadros de Van Gogh que probablemente nunca hayas visto.