Nhá Chica

Almeida Júnior, pintor y diseñador brasileño, fue uno de los primeros artistas de su país en pintar siguiendo la tradición realista de Gustave Courbet y Jean-François Millet. ¿Cómo ocurrió?

En 1876, el emperador Pedro II vio la obra de Júnior y le gustó. Le ofreció personalmente su apoyo financiero y le concedió 300 francos al mes para estudiar en París. Pronto se instaló en Montmartre y se matriculó en la Escuela de Bellas Artes, convirtiéndose en uno de los muchos alumnos de Alexandre Cabanel. Allí participó en cuatro Salones.

Se inspiró en el realismo, muy de moda entonces. Nhá Chica es un gran ejemplo de esta influencia; es un retrato de Francisca de Paula de Jesús, una seglar católica afrobrasileña y popular figura religiosa conocida por su vida humilde y su dedicación a Dios.

Feliz miércoles a todos.

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