Utagawa Kuniyoshi fue uno de los últimos grandes maestros del estilo japonés ukiyo-e de grabados en madera y pintura. Fue miembro de la escuela Utagawa. Su maestría también se vio en un aspecto de su trabajo: ¡le encantaba representar gatos!
En el folclore japonés, los gatos simbolizan la buena suerte y se dice que tienen poderes protectores, pero Kuniyoshi los describió sin ninguna idealización; en sus xilografías, se comportan como gatos reales... como el que vemos aquí silbando a una belleza recostada que lee un libro y sostiene una pipa con las piernas en un kotatsu (un marco de madera bajo y abierto cubierto por una manta con un calentador fuente debajo). El gato podría haberse sentido amenazado por la mujer, o simplemente está siendo él mismo.
Esta escena, creada a principios del siglo XIX en Japón y que representa al héroe de la novela semihistórica china, Suikoden (Shuihu zhuan en chino) parece tan natural y moderna. ¡Todo gracias al gato que silba!