Claude Monet
Pintado en 1877, esta obra representa el paseo de Argenteuil visto aguas abajo desde la orilla del Sena. Monet se mudó en 1871 a Argenteuil, un suburbio cerca de París, y vivió allí durante seis años. Inspirado por la harmónica coexistencia entre el paisaje pintoresco del Sena y los emblemas de la vida moderna tales como chimeneas, embarcaciones y gente paseando con sus mejores galas, Monet pintó un gran número de vistas de la región.
En la década de 1870, signos de modernización e industrialización estaban en auge, y Argenteuil se convirtió en una de las regiones de mayor crecimiento en los alrededores de París. Con los avances del barco de vapor y el ferrocarril, el paseo junto al Sena de Argenteuil se convirtió en un lugar de paseo muy popular, reemplazando la función de ruta comercial que había tenido en el pasado. En esta época, Monet experimentaba con frecuencia con líneas de horizonte elevadas, y esta composición en concreto está dominada por vegetación salvaje en el primer plano. Tan sólo la mitad superior del lienzo se abre a la vista del río, y del cielo más arriba. Se sabe que en esa época y a esa altura de río, la otra orilla del Sena estaba ocupada por un aserradero, una curtiduría de cuero, una fábrica de hierro y también casas residenciales alrededor.
Sin embargo, Monet escogió eliminar de su obra algunos de estos símbolos del mundo industrializado. Seleccionó su perspectiva con cuidado para no mostrar el tráfico comercial habitual del Sena, las fábricas y sus chimeneas, y por otro lado maximizar la presencia de los elementos naturales. Haciendo esto, Monet desea capturar la atmósfera aislada y tranquila que había caracterizado a la zona, glorificando su pasado idílico y virgen en lugar del presente bullicioso y moderno. Los cuatro lienzos de Argenteuil que Monet pintó en 1877 muestran el pueblo y el río desde una posición similar.