La Sirena

Hace exactamente 152 años, nació Edvard Munch. El artista ha logrado fama duradera para sus pinturas y grabados, sobre todo, el más famoso, El grito, que expresa el aislamiento y las ansiedades de la condición moderna.

Mermaid es poco conocida fuera de un pequeño círculo de expertos porque rara vez se ha exhibido en museos o galerías. El industrial y coleccionista noruego Axel Heiberg encargó La Sirena a Munch en 1896, cuando el artista vivía en París, absorbiendo la vida intelectual de la ciudad y expandiendo su trabajo como grabador. Al igual que otros artistas de vanguardia asociados con el estilo simbolista internacional, Munch estaba interesado en representar las emociones y los temores de la psique humana. Los temas de la metamorfosis, la ansiedad y el deseo impregnan este mural a gran escala, diseñado para encajar bajo las vigas inclinadas de un gran salón en la casa de Heiberg en Lysaker, Noruega.

La pintura muestra a una sirena seductora persistiendo en una cala iluminada por la luna, aparentemente en proceso de transformación en una mujer. Ella recuerda los mitos nórdicos de las sirenas como seres melancólicos que aman a los humanos pero que no pueden vivir cómodamente en tierra. Probablemente Munch fue influenciado por estas historias tradicionales y por La Dama del mar, una obra del gran dramaturgo noruego Henrik Ibsen que se abre con la escena de un artista pintando una sirena en las aguas salobres de la orilla. Originalmente, esta pintura es trapezoidal pero no pudimos encontrar una imagen adecuada. Esperamos que nos perdonéis ya que hoy presentamos solo un detalle (¡pero lo más importante) de él!