Caspar David Friedrich
Además del Altar de Tetschen, una pintura programática temprana de Friedrich, la Galería de Dresde también alberga esta obra tardía de este artista, que se puede considerar la auténtica cúspide de su carrera artística, la consumación final de su obra. Representa una vista del río Elba en su curso hacia el Ostragehege, una gran área junto al límite de la ciudad, al noroeste, una franja de tierra común bastante mediocre. No obstante, la imaginería universal de Friedrich alcanza sin duda su máxima expresión en esta pintura. Una barca de vela, apenas discernible a primera vista, avanza por el paisaje vespertino de río. La increíble amplitud del cielo, bañado por la luz cada vez menor de la tarde, tiene su eco en la zona más oscura de la tierra, iluminada tan sólo por el reflejo del cielo, en este panorama del final del verano. Desde una posición panorámica ligeramente elevada y en apariencia, sobrenatural, se puede observar como este mundo sufre ligeros cambios: el crepúsculo reemplaza al día mientras cae la noche, el verano da paso gradualmente al otoño y el viaje en barca parece llegar a su fin en las aguas poco profundas de entre los islotes.
El magnífico uso atmosférico del color, con gradaciones tonales excepcionalmente sutiles y sensibles armonías, intensifica el poder de sugestión que transmite esta pintura, que se puede considerar una obra maestra incomparable dentro de la pintura paisajística europea. La imagen tranquila de este paisaje parece captar todo el alcance del cosmos como si se tratara de un espejo cóncavo.
Presentamos la pintura de hoy gracias al Staatliche Kunstsammlungen Dresden (Colecciones estatales de arte de Dresde).
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