Bajo los abedules, tarde

Hoy comenzamos nuestro mes especial con el Museo de Arte de Toledo: esperamos que disfrutes con nuestra colaboración :)

Los majestuosos árboles y la extraordinaria luz de esta pintura son característicos de los paisajes de Théodore Rousseau. Un párroco, parcialmente oscurecido por las sombras, viaja a caballo por un camino rural que atraviesa el campo de fines de octubre, iluminado por los últimos rayos del sol poniente. Rousseau ha sabido captar esta luz que se desvanece como un vivo brillo que enciende los colores del otoño.

Rousseau lideró el grupo de artistas conocidos como la Escuela de Barbizon, cuyo nombre se debe al pueblo del bosque de Fontainebleau, al sur de París, donde solían pintar con frecuencia. Rousseau se inspiró en los paisajes holandeses del siglo XVII y especialmente, en el propio estudio de la naturaleza. Tanto él como otros pintores de Barbizon, tales como Díaz de la Peña y Corot, creían que pintar al aire libre les ayudaba a captar la inmediatez de la naturaleza, una práctica que posteriormente retomarían los impresionistas. No obstante, Rousseau no plasmaba exactamente lo que veía. Con sus pinturas buscaba penetrar los misterios de la naturaleza y comunicar las experiencias emocionales que le transmitía.

P.D. El bosque de Fontainebleau/pueblo de Barbizon es un gran destino de vacaciones, puedes comprobarlo (así como los lugares de vacaciones de otros artistas) aquí <3