Con esta pintura queremos agradecer a todos los médicos, enfermeras y todos los demás involucrados en el servicio médico. En estos tiempos difíciles al combatir el virus, lo están dando todo. ¡GRACIAS!
Dr. Epps, el cuñado del artista, abarca toda la extensión del lienzo. Él sostiene suavemente la muñeca de una mujer con una mano y un reloj con la otra. El reloj cronometra el pulso de la paciente y registra la naturaleza precaria del tiempo mismo: el pronunciamiento del tiempo de la muerte, al parecer, es eminente. ¡Mira estas manos, la expresión de Epps y los crudos colores de la pintura! Me encanta la intimidad de esta pintura.
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