Campo de amapolas

Esta es una de estas pinturas inesperadas de Gustav Klimt. Fue pintado en 1907 cuando el artista se estaba moviendo un poco hacia el impresionismo y al mismo tiempo incorporaba técnicas realistas tradicionales en su trabajo. Durante este periodo, Klimt se alejó ligeramente de sus colegas y de sus piezas de mosaico envuelto en oro, para acentuar pinturas de paisajes. El artista había viajado durante unos veranos al lago Attersee, donde se centró en ilustrar la belleza que lo rodeaba, alejándose de los retratos alegóricos, el simbolismo metafísico y el detalle realista. Eso no le trajo tanta popularidad como su estilo art nouveau que manifestó en su Fase dorada, pero aún así son muy encantadoras (¡y verdes!).

A medida que el verano comienza a terminar lentamente, esperamos que este cuadro te traiga algo de placer y buenos recuerdos :).

P.D. Cuando pensamos en Klimt, todos tenemos El beso frente a nuestros ojos, ¡pero hay mucho más! Hay más paisajes hermosos pintados por este maestro del Art Nouveau: lee sobre su amor por los árboles aquí <3.