El bodegón con naranjas, plátanos, limones y tomates by Paula Modersohn-Becker - 1906 - 28,2 x 52,2 cm Galería Nacional de Arte de Karlsruhe El bodegón con naranjas, plátanos, limones y tomates by Paula Modersohn-Becker - 1906 - 28,2 x 52,2 cm Galería Nacional de Arte de Karlsruhe

El bodegón con naranjas, plátanos, limones y tomates

Óleo sobre cartulina • 28,2 x 52,2 cm
  • Paula Modersohn-Becker - Febrero 8, 1876 - Noviembre 30, 1907 Paula Modersohn-Becker 1906

La pintora alemana Paula Modersohn-Becker se encuentra entre las representantes más importantes del Expresionismo temprano. Nacida en 1876 en Dresde, se mudó a Worpswede en 1898 después de años de tomar clases de dibujo y arte y su examen de maestra. Aquí tomó lecciones con Fritz Mackensen hasta 1899 y se hizo amiga de Clara Westhoff, la posterior esposa de Rainer Maria Rilke. En 1900 viaja por primera vez a París estudiando en la clase de desnudos de la academia privada Colarossi. Visitó con frecuencia el Louvre. En junio regresó a Worpswede, donde se comprometió con Otto Modersohn, con quien se casó al año siguiente. En 1903, tras una estancia en Berlín, prosigue sus estudios en la academia Colarossi de París. En 1905 y 1906/1907 volvió a quedarse en París, donde entre otros asistió a cursos de anatomía y desnudos en la École des Beaux-Arts. Paula Modersohn-Becker murió de una embolia el 20 de noviembre de 1907 en Worpswede después del nacimiento de su hija Mathilde.

El bodegón con naranjas, plátanos, limones y tomates, que hoy presentamos gracias a la Galería Nacional de Arte de Karlsruhe, fue pintado en París entre mayo y junio de 1906. Un pasaje de una carta a Martha Vogeler fechada el 21 de mayo de 1906 puede referirse a la génesis de este grupo de obras: "[...] Estoy pintando desnudos de tamaño natural y naturalezas muertas con confianza en Dios y en mí misma [...]". El colorido luminoso, la aplicación suave y fina de pintura y la perspectiva de la vista superior con el mantel como fondo llenando todo el cuadro deben mucho a ejemplos parisinos como van Gogh, Cézanne y Émile Bernard, mientras que la decidida sencillez del arreglo y la presencia táctil de los objetos —su volumen abultado así como la espacialidad sugerida por las sombras— revelan la inconfundible manera de ver las cosas de la pintora rompiendo con las convenciones. Al año siguiente escribiría: “[...] Quería derrotar al Impresionismo buscando olvidarlo. Al hacerlo, fui derrotada. Tenemos que trabajar con el Impresionismo, una vez que lo hemos asimilado, lo hemos aceptado".

Compartimos la pintura y la historia de hoy gracias a la Galería Nacional de Arte de Karlsruhe :).

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