Ojo en Ojo

Munch a menudo usaba sombras y anillos de color alrededor de sus figuras para enfatizar un aura de miedo, amenaza, ansiedad o intensidad sexual. Estas pinturas han sido interpretadas como un reflejo de las propias ansiedades sexuales del artista, aunque también se podría argumentar que son una mejor representación de su turbulenta relación con el amor mismo y su pesimismo general respecto a la existencia humana. Muchos de estos bocetos y pinturas fueron realizados en varias versiones, como Madonna, Las Manos, La Pubertad y otros transcritos como grabados en madera y litografías. Munch odiaba separarse de sus pinturas porque pensaba en su obra como un único cuerpo de expresión. Así que para capitalizar su producción y generar ingresos, recurrió a las artes gráficas para reproducir muchas de sus pinturas más famosas, incluyendo las de esta serie. Munch admitió los objetivos personales de su trabajo, pero también ofreció su arte con un propósito más amplio: "Mi arte es realmente una confesión voluntaria y un intento de explicarme a mí mismo mi relación con la vida, por lo tanto, es en realidad una especie de egoísmo, pero espero constantemente que a través de esto pueda ayudar a otros a lograr claridad".