Giotto di Bondone
¡Es el momento de un clásico absoluto!
La Natividad formaba parte de la obra más influyente de Giotto, una serie pintada en la capilla de los Scrovegni, en Padua, hacia 1305, con la Vida de Cristo. En ella, Giotto comenzó a desarrollarse más allá de la estilizada formalidad bizantina. Comenzó a realizar pinturas más naturales y realista, con pliegues de túnicas fluidas, formas tridimensionales y figuras que daban la espalda al espectador para crear más espacio. Quería que sus personajes tuvieran movimiento y vida, para que los espectadores sintieran una conexión e implicación con lo que estaban viendo. A lo que hizo se le suele llamar protorrenacimiento, porque cien años antes del Renacimiento, su nueva forma de pintar comenzó a revolucionar la historia del arte occidental.
Un dato interesante: en el fresco de hoy Giotto también alteró el grupo tradicional de animales en esta Natividad y añadió un buey y una mula, con el primero quizás representando el Nuevo Testamento, mientras que la última podría significar el Antiguo Testamento. También podría decirse que representan un contraste entre los que se aferraron a las viejas creencias y los que abrazaron los cambios que vinieron con Cristo y el cristianismo.
A todos los que lo celebran: ¡Feliz Nochebuena!
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P.D. Durante este día de felicidad, echa un vistazo a nuestras mejores escenas de Natividad de la historia del arte <3