Emily Carr
Completada en Bretaña, la pintura que presentamos hoy es una representación segura de la campiña francesa que marca un significativo paso adelante en la trayectoria artística de Emily Carr. Liberada de la obsesión por los detalles intrincados, emplea una pincelada vigorosa, claramente con influencias del posimpresionismo, para transmitir una sensación de movimiento en general. De este modo, Carr construye una composición armoniosa al mismo tiempo que capta los ritmos naturales y las transiciones prominentes del vasto paisaje francés.
Durante su estancia en Francia, la artista canadiense abrazó la campiña de todo corazón. Así narra sus experiencias: "Recorrí la campiña con la mochila en el hombro llena de bocetos. Los campos eran preciosos, como una extensión de alegres parches entre el trigo rojo dorado, la avena fresca y pálida, el rojo púrpura de la tierra recién removida, la hierba verde y los árboles ordenados y bien cuidados". La exploración de la campiña francesa por parte de Carr transformó su enfoque, lo que la llevó a hacer hincapié en la unidad, la vitalidad y la estructura subyacente del paisaje por encima de la representación estrictamente naturalista.
Si quieres saber más sobre lo que Emily Carr aprendió del postimpresionismo, échale un vistazo a nuestro Curso básico sobre el postimpresionismo de los cursos de DailyArt. :)
P. D. A Emily Carr le encantaba representar los prístinos paisajes canadienses. Sin embargo, las pinturas que realizó al final de su vida presentan algo diferente: muestran el desastroso impacto de la industria en la naturaleza. ¡Descubre su arte comprometido con el medioambiente!