El pavo real quejándose con Juno

La representación de Moreau del pavo real con Juno es simbólica, pero también tiene aspectos de los estilos del Renacimiento y el Romanticismo entretejidos en ella. Esta influencia proviene de sus excursiones a Italia, en las que observó muchas obras de arte renacentista y romántico que anclarían sus temas en la mitología y la narrativa bíblica. El tema de la pintura proviene de una fábula escrita por Jean de La Fontaine. Esta pintura de temática mitológica está vívidamente coloreada y vibrante con muchos colores que le dan un estilo romántico. El contraste entre los colores vívidos de la cola del pavo real y Juno completamente de blanco crea una brecha rígida entre la deidad y su ave sagrada. Este contraste atrae los ojos de los espectadores hacia el pavo real y los colores vivos que conforman sus plumas al tiempo que establecen el lugar surrealista y simbólico que rodea a Juno. Sobre las nubes, en la parte superior izquierda, hay un águila que mira sobre las nubes desde arriba con una cara severa. El águila es el ave sagrada de Júpiter y es un símbolo de la presencia de Júpiter y su poder reinante de los cielos. Otros símbolos presentes en la pintura son las ramas de olivo que simbolizan las deidades y su poder. Significativa es la ubicación del trono sobre el que descansa Juno, que se encuentra debajo de la nube celestial en la que Júpiter está simbólicamente presente, simbolizando su posición inferior en la jerarquía. La pintura de Moreau es única por su combinación de romanticismo y renacimiento y por el estilo único del artista.