La gitana dormida by Henri Rousseau - 1897 - 129,5 x 200,7 cm Museum of Modern Art La gitana dormida by Henri Rousseau - 1897 - 129,5 x 200,7 cm Museum of Modern Art

La gitana dormida

Óleo sobre lienzo • 129,5 x 200,7 cm
  • Henri Rousseau - Mayo 21, 1844 - Septiembre 2, 1910 Henri Rousseau 1897

Una pintura de Rousseau es como escapar a un exótico sueño: todo resulta familiar, pero al mismo tiempo, extrañamente alejado de lo que sabemos que es real. Rousseau fue un autodidacta y por ello, su manejo de la perspectiva, del color y de la forma es único. Son estas cualidades lo que hacen de La gitana dormida una obra tan cautivadora. Su manera plana de pintar crea calma; su viva paleta le da una inocencia casi infantil; las figuras del león y de la gitana están representadas como si fueran una ilustración de un libro para niños, donde tan solo se ha representado un momento de una historia. En los sueños, nuestro sentido del movimiento no suele ser natural: caemos, volamos, saltamos y flotamos, e incluso soñamos que no somos capaces de movernos cuando lo necesitamos. En esta pintura estamos soñando con una quietud completa.

El león está alerta, con la cola levantada, las patas traseras dobladas como si estuviera a punto de saltar. Su ojo está abierto de par en par, como si estuviera investigando la figura durmiente. El enorme cielo nocturno de la parte superior enmarca la tensión entre las figuras. La gitana está profundamente dormida y no es consciente del león que tiene junto al hombro. Sonríe apaciblemente mientras duerme, con el laúd y una jarra de agua a un lado. Su ropa, en tonos pasteles, brilla bajo la luna llena. El león marrón es casi tan grande como ella, pero no nos da miedo. En cambio, nos sentimos atraídos por un solo momento perfecto donde el tiempo pasa en cámara lenta. 

En los sueños nos enfrentamos a nuestras debilidades como si volviéramos a ser niños. El arte naíf nos proporciona un camino hacia esta idea y La gitana dormida nos recuerda que la quietud y el sueño son herramientas importantes para ayudarnos a darle un sentido al mundo. El único movimiento presente en esta pintura es el lento movimiento que sube y baja del pecho de la gitana, la suave dilatación de las fosas nasales del león y el lento arqueamiento de la luz por el vasto cielo. ¿Cuántos podemos recordar cómo reducirnos hasta ese punto?

- Sarah Mills

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