Albrecht Dürer
¡Es hora de nuestra nueva colaboración! Durante los próximos cuatro domingos presentaremos la magnífica colección de Bayerische Staatsgemäldesammlungen - Alte Pinakothek en Múnich. Compruébalo en nuestras cuentas de redes sociales (síguelas aquí: Facebook, Twitter e Instagram). Comenzamos con un clásico absoluto de la historia del arte. ¡Disfruta! :)
El autorretrato del pintor de Núremberg Alberto Durero de 1500 no solo es una de las obras más famosas de la Alte Pinakothek, sino de toda la historia del arte occidental. La obra de arte de tamaño natural marca un punto de inflexión al final de la Edad Media.
Tan moderna como es la obra en su individualidad presentada con confianza, todavía recuerda las fuertes influencias cristianas que prevalecieron en la Edad Media. La representación frontal cita inspiraciones de Salvator Mundi ("Cristo como salvador del mundo"). La obra artística de Durero también se puede vincular a la temática cristiana, pues el dibujo, la gráfica o la pintura son capaces de crear un mundo, incluso de "crearlo" de cero. La inscripción en latín en el lado derecho de la imagen dice en traducción: "Así, yo, Alberto Durero de Núremberg, me pinté con colores indelebles a la edad de 28 años". Este es ya su tercer autorretrato, pero el primero en romper tan radicalmente con las tradiciones de la pintura.
El cabello hasta los hombros puede entenderse como una analogía intencionada con la figura de Cristo. Es costumbre mostrarlo como un hombre joven con una raya al centro y un peinado hasta el cuello. Durero adapta así un motivo sagrado y se muestra con cierta semejanza a Dios. La apariencia inmaculada e idealizada, así como la vestimenta noble, corresponden a esto.
El pintor coloca su mano en el centro del retrato. Llega al pelaje de la marta, que, según el código de vestimenta de la época, estaba reservado para las clases más altas y en realidad le estaba prohibido como artista que trabajaba con sus manos. Entonces, este gesto puede entenderse como una expresión de su intención de ascender en las filas.
Alberto Durero usó su famoso monograma en sus obras para proteger la marca: A de Alberto y D de Durero. De esta forma marcó su autoría y documentó sus altos estándares. En la época de Durero, los artistas todavía estaban organizados en gremios y su estatus era similar al de los artesanos. El artista moderno, que era nuevo para los estándares de la época, debía considerarse ingenioso e inventivo. Un autorretrato es testigo de este proceso de descubrimiento como ningún otro trabajo de artistas de la época.
Durante la vida de Durero, el cuadro probablemente colgó en su casa en Núremberg, luego fue trasladado al ayuntamiento de la ciudad y fue vendido a Múnich en 1805. Desde la esfera privada, el cuadro llegó a la sala de representación de la ciudad y luego a la colección real de pinturas. De esta forma, pasa de ser un retrato individual al orgullo de la ciudad "hijo de la ciudad" y, finalmente, a un clásico de la historia del arte.
P.D. Aquí hay una lista de los autorretratos más emblemáticos del arte europeo que todo el mundo debería conocer. Durero está allí también :).
P.P.D. Ve las reproducciones de otras obras maestras del Renacimiento en nuestras impresiones DailyArt.