Lawrence Alma-Tadema, el pintor amante de las historias antiguas, ha recogido aquí una historia de Píramo y Tisbe, conocida gracias a Ovidio. Ambos vivían en Babilonia y desde pequeños eran vecinos. Su historia es un poco como la de Romeo y Julieta: se enamoraron, pero sus familias no se agradaban. Los jóvenes tuvieron que ocultar su afecto mutuo. Finalmente, Píramo y Tisbe se cansaron de que su relación siguiera siendo un misterio. A pesar de que tenían un lugar de reunión extraordinario en un separador entre sus casas, no fue suficiente. Decidieron reunirse cerca de una tumba debajo de una morera y expresar sus sentimientos el uno por el otro. Esta es la etapa en la que Alma Tadema plasma su relación en su composición.
Su historia terminó trágicamente; Píramo, pensando que el león mató a Tisbe, se suicida. Tisbe, cuando revive, ve a Píramo muerto y se apuñala con la misma espada.