Ciencia y Caridad

Ciencia y Caridad es uno de los trabajos más importantes de los primeros años de entrenamiento de Picasso. Con solo 15 años, Picasso se sintió lo suficientemente maduro como para asumir composiciones grandes y ambiciosas como la culminación de sus estudios académicos en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona que fueron dirigidos por su padre José Ruiz Picasso, quien fue el modelo del doctor en esta pintura. Ciencia y Caridad fue premiada con una Mención Honorífica en la Exposición General de Bellas Artes de Madrid en la primavera de 1897 y con la Medalla de Oro en la Exposición Provincial de Málaga celebrada posteriormente. Después de esto, Joaquin Martinez de la Vega – un pintor y amigo del padre de Picasso – sostuvo una copa de champán y, dejando caer unas gotas sobre la cabeza de Picasso, lo bautizó como un pintor. Y el tío de Picasso, impresionado por este maravilloso logro, envió dinero para que su sobrino pudiera estudiar más en Madrid. Sin embargo, a pesar del éxito, este sería el último gran trabajo de Picasso en el estilo académico tradicional. Dejó atrás la intención, promovida por su padre, de formar una carrera basada en premios y reconocimientos, para buscar su camino artístico fuera y más allá de la academia.