Eva Gonzalès
El auditorio del teatro y, en particular, el palco, un lugar popular para los intercambios de la sociedad, fueron uno de los temas elegidos con mayor frecuencia por los impresionistas. El más famoso de estos trabajos es, sin lugar a dudas, Palco en el teatro (Londres, Courtauld Institute Galleries) que Renoir presentó en la primera exposición impresionista en 1874.
Esta pintura de Eva Gonzalès se produjo al mismo tiempo y puede que se haya rechazado su primera versión en un inicio para el Salón de 1874. Después de algunos cambios, se exhibió en el Salón de 1879, donde se le dio una gran acogida.
La joven pintora afirmó haber recibido clases de Manet, quien la aconsejó como un amigo. Esta relación se puede ver claramente tanto en la elección de un tema "moderno" como en los contrastes agudos donde la piel pálida y las telas de colores claros se establecen sobre un fondo oscuro. El ramo colocado en el borde de la caja es casi una cita directa del maestro y recuerda el ramo ofrecido a Olympia. Uno incluso se pregunta si Manet no tuvo una participación directa en el diseño del cuadro, ya que él tiene una versión en colores pastel, que permaneció como un boceto.
El extraño desprendimiento de las figuras (Henri Guérard, el marido de la artista y su hermana, Jeanne Gonzalès) también recuerda la decisión de Manet de no darle al espectador una interpretación explícita del tema para evitar así las anécdotas inconvenientes y el sentimentalismo superficial.