Manzanas rojas

Helene Schjerfbeck pintó naturalezas muertas durante toda su carrera artística, en especial, de flores cortadas y frutas. En su Manzanas rojas (1915) no solo hizo uso de brillantes colores, gruesas capas de pintura y una pincelada expresiva, sino también de la espátulas, para crear una superficie plana. El rojo brillante se ve acentuado por su color complementario, el verde. En esta obra, utilizó muchos colores diferentes: varios tonos de gris, amarillo mostaza, rojo rosáceo y en el fondo, violeta. Estos colores se han colocado de manera brillante para que se contrarresten los unos a los otros. Para Schjerfbeck, la manzana era la fruta más difícil de pintar.

Más adelante, recordaría las influencias del tiempo que pasó en París cuando era joven, incluida su respuesta a las pinturas de manzanas del gran pintor francés, Paul Cézanne, al que admiró profundamente. Se sintió particularmente fascinada por el modo en que Cézanne utilizaba el color: "...respecto al tema del color, Cézanne fue un pintor que colocaba colores completamente imposibles uno junto al otro. Sin embargo, el efecto general era armonioso al final porque siempre utilizaba las cantidades exactas de cada color. No es solo el tono sino la cantidad de cada tono lo que lo hace que se vea completo. Una sola pincelada de un solo color es a menudo adecuada pero otra pincelada más del mismo color lo arruina todo." (Carta a Maria Wiik del 3 de agosto de 1916)

Presentamos la obra de hoy de la colección de la Galería Nacional de Finlandia gracias a Europeana <3 ¡Esperamos que disfrutes de nuestra celebración del Mes de la historia de la mujer!

P.D. Aquí puedes leer más sobre Helena Sofia Schjerfbeck, una gema finlandesa. <3