Composición número 8 by Wassily Kandinsky - 1923 Museo Solomon R. Guggenheim Composición número 8 by Wassily Kandinsky - 1923 Museo Solomon R. Guggenheim

Composición número 8

óleo sobre lienzo •
  • Wassily Kandinsky - Diciembre 16, 1866 - Diciembre 13, 1944 Wassily Kandinsky 1923

Se ha descripto a la música como la forma más pura del arte. Probablemente porque la música es inmaterial: no la podemos tocar o ver, se mezcla con el espíritu y afecta directamente en nuestro estado de ánimo. Cambia la atmósfera y dispara emociones como ninguna otra forma a a la niñez, las primeras estrofas de un himno nacional es suficiente para activar una variedad de emociones. Consideremos, por ejemplo, a los antiguos griegos: para ellos la inspiración humana era el resultado de un grupo de deidades denominadas ‘musas’. Aquellos bendecidos por las Musas desarrollaban cultura a través de la creatividad, elevando así la condición humana. La inspiración de una Musa era una señal de civilización. Los lingüistas reconocerán que la palabra música deriva de la palabra ‘musa’, lo que indica que la música era tomada seriamente.

Para los griegos, los principios de astronomía estaban tan entrelazados con los principios de armonía, que los eruditos postulaban que los planetas podían crear sonido al moverse velozmente por el cosmos. Por lo tanto, la música era esencial para entender las relaciones entre los objetos en el universo. Ese concepto de interconexión musical con el cosmos se denominó ‘Harmonia’, y sí, de ahí proviene la palabra harmonía. Los Grandes Filósofos han sabido apreciar el valor de la música. Los antiguos griegos, como Platón, consideraban que la música tenía un efecto directo en el carácter de una persona. En tiempos modernos Nietzsche mantenía correspondencia con Wagner y en su famosa frase menciona que ‘la vida sin música sería un error’.

Una persona con sinestesia podría no estar de acuerdo en que no es posible ver la música; aquellos que padecen esta aflicción pueden oler texturas y escuchar colores, lo que resulta en una mezcla de sensaciones. Esta es una condición real, difícil de entender para la mayoría de nosotros, pero hay alguien que lo puede hacer más fácilmente. Kandinsky tenía una gran visión musical: trabajó para crear arte visual tan puro y etéreo como la música, que tiene el poder de afectar directamente el espíritu. Las formas y los colores están compuestos meticulosamente, como una sinfonía. No se presentan iconografías que nos distraigan con entidades objetivas. Los ojos deambulan libremente entre texturas y líneas, sin embargo contemplar su trabajo es como viajar ciego al sonido de la música, excepto porque nuestros ojos están bien abiertos y estamos en una habitación silenciosa. Lo que más me gusta sobre esta clase de arte abstracto es la preocupación que tiene el artista en brindarle al espectador un espacio para la creación. El pintor provee una nube con gran potencial, colores de la puesta del sol e invita a la imaginación del espectador a ver lo que verá.

Mis condolencias al mundo de la música. En mi pequeño mundo Bowie y Prince eran muy importantes, y es con gran dolor que considero al año 2016 como un año oscuro para la música. Imaginemos a esos Héroes flotando entre los planetas Griegos, esparciendo hermosos sonidos de un lado a otro en un espacio Púrpura.

Artur Deus Dionisio